jueves, 26 de marzo de 2015

La palabra mágica

Había una vez una niña indígena que se avergonzaba de sus raíces, cada vez que iba a la escuela se burlaban de ella diciéndole indita y ella no hacía más que llorar. Su papá siempre le dijo que cuando se sintiera triste pronunciara la palabra mágica Kiilbajchaak y cosas extraordinarias pasarían. Pero al ser una palabra maya, ella jamás se atrevía a decirla.
Una noche se atrevió a decir la palabra mágica en un sueño y descubrió que tras decirla, el cielo retumbaba con truenos y se caía
de tanta lluvia.
La mañana siguiente, un comienzo nublado, pues había llovido toda la noche. Durante el receso sus compañeritos la molestaron de nuevo, frente a ellos un enorme charco. Al recordar su sueño de la noche anterior, pensó, si en mis sueños puedo hacerlo seguro aquí también. Y dijo a todo pulmón Kiilbajchaak. Entonces el agua del charco se alzó en un remolino que después salpicó frente a ellos.
Nicte Ha se reía a carcajadas de ver a sus compañeros empapados, repitió la palabra mágica, con una sonrisa en su rostro y una tormenta se hizo presente asustando a todos los niños que jugaban afuera en el recreo.Nunca más volvieron a molestarla.

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