sábado, 21 de febrero de 2015

El hada verde

Había una vez un hada verde, toda verde con destellos ocre, se confundía con la alfombra de hojas secas que decoraban los parques en otoño. Ella y las demás hadas se sentaban en las ramas de los árboles a observar a las parejas. Un día el hada verde miraba como una de sus amigas hadas lanzaba polvos mágicos sobre una pareja de enamorados, el hada bailaba felíz, mientras el polvo estelar envolvía de color tornasol al hombre y a la mujer. Entonces cuando el hada volvió a la rama con las demás, el hada verde le preguntó: ¿Por qué les lanzas tan pocos polvos mágicos? Creo que deberías darles más. Entonces su amiga le respondió: Les dí polvos para un año, que es lo que les durará el amor.

jueves, 19 de febrero de 2015

La princesa traga penes

Había una vez una princesa que creía en la amistad entre un hombre y una mujer. Después la bruja malvada la raptó para convertirla en un pulpo gigante traga penes, y bueno, murió de indigestión. Cuando despertó del sueño de su existencia, se había convertido en una sirena que nadaba entre serpientes pene color neón, sin embargo, no podía aguantar la respiración bajo el agua, y volvió a morir.

martes, 10 de febrero de 2015

Chema, el perro del ojo de vidrio (parte 2)

Miren. Ahí viene Chema. Parece que se va a acercar con nosotros. No. El no convive con gatos. Siiii. En serio. Viene para acá. Chema les contó lo sucedido, a lo que los gatos reaccionaron asombrados. Entonces empezaron a idear un plan de rescate. Se reunieron en la casa abandonada de la esquina y escribieron en el pavimento, dibujando con sus patitas remojadas de lodo. Mientras tanto, el chico malo ya tenía a la muchacha dentro de su casa, tenía en mente muchas cosas malas por hacerle, así que la ató a una silla y le bendó los ojos con un pañuelo rojo. El plan estaba terminado, así que Chema y los gatos pusieron manos a la obra. La agilidad de los felinos consiguió que pudieran entrar en la casa. Ya estando dentro, se separaron en grupos. Mau, el gato, se colocó en uno de los marcos de las ventanas de la sala, desde donde podía observar también lo que ocurría en el comedor. Aunque la casa estaba un poco oscura, había un par de velas que alumbraban la estancia. La muchacha estaba ahí sentada a la mesa y en silencio. Ay nooo. Tenían que ayudarla pronto, entonces Mau empezó a maullar para llamar la atención del chico malo y distraerlo. Miiiiau Miiiiiau. ¡Un gatito! ¡Lorenzo un gatito se metió!. El chico malo salió de la cocina con una charola en mano. Al destaparla después de haberla colocado en la mesa, Mau pudo observar que se trataba de una humeante y deliciosa cena de espagueti y carne. Lorenzo fue a la cocina por un plato y le ofreció un poco a Mau. Después se dirigió al comedor frente a la muchacha la besó en la boca y le dijo: Espero te guste la sorpresa. Él le desató el pañuelo y ella al ver la romántica cena que le esperaba lo abrazó con ternura. Todos los demás gatitos se acercaron a comer también espagueti. Al entrar Chema se quedó mirando muy confundido.

lunes, 9 de febrero de 2015

Chema, el perro del ojo de vidrio

Había una vez un perro que perdió su ojo en una pelea callejera. El cual fue sustituido por uno de vidrio. Era popular en su colonia. Todas las perras lo buscaban, a las hembras les gustan los machos malos. Pero él, además era simpático, todos los humanos de la colonia lo invitaban a comer y jugaban con él. Una vez se enfermó, y entre todos los vecinos cooperaron para llevarlo al veterinario. Chema era la envidia de los perros domésticos, siempre le ladraban desde los balcones, detrás de las rejas en las cocheras de las casas, todos le gruñían al pasar y pensaban: ¡guaf guaf!. Un día Chema siguió a una muchacha hasta la parada de autobús, había sol, entonces ella se movió un poco a la sombra. Lo que ella no sabía es que en esa zona, vivía uno de los malos. Quien al verla sentada a la sombra del árbol se acercó para secuestrarla. Chema no pudo hacer nada, todo ocurrió tan rápido, y el chico malo tenía un aparato de esos para electrocutar. No sabía que hacer, así que regresó a la calle donde ella vivía y ladró lo más fuerte que pudo, pero nadie le entendía. ¿Qué? ¿Qué tiene ese perro? Algo nos quiere decir. No. Es que tiene hambre. Dale un hueso ¿Qué pasa Chema? Se paraba en sus dos patas traseras para llamar más la atención pero nadie le entendía. Así que decidió irle a contar a los gatos que estaban sentados en una barda; pensando que tal vez ellos podrían ser de ayuda. Continuará...

jueves, 5 de febrero de 2015

Los poderes de la salchicha

A la mañana siguiente, cuando salchichón estaba en el sofá totalmente embriagado y perdido en llanto. Salchicha entró caminando por la puerta de la cocina, se detuvo a mirar a salchichón y le dijo: ¿Por que lloras? Aquí estoy, no me he ido. Las salchichitas se habían despertado con el portazo, quienes al ver a su mamá corrieron a abrazarla. Salchica les explicó que había sobrevivido al accidente porque llevaba puesta su playera mágica, la que le daba superpoderes. Salchichón estaba muy felíz. Esa noche hicieron el amor 0.5 veces porque las salchichitas se despertaron a media noche. Y así. Volvieron a su vida de salchichas normales...

miércoles, 4 de febrero de 2015

La salchicha prófuga

Había una vez una salchicha mujer que comía mientras escapaba de la justicia. En el camino, conoció a un salchichón del cual se enamoró. Después de unos años tuvieron hijos salchichas, dos para ser exactos. Se mudaron a otro país e iniciaron una nueva vida. Todo iba bien, hasta que un día, una de las salchichitas se le escapó a la mujer salchicha, mientras paseaban por el centro de la ciudad. Ese pequeño travieso estuvo cerca de la muerte, pues lo hubiesen atropellado a no ser que la mujer detuviera el tráfico con sus gritos. Sin embargo, en su intento por salvar al chiquitín, un coche golpeó a la salchicha mamá en la pierna, quien súbitamente cayó al suelo sin reaccionar. El salchichón y las salchichitas esperaban nerviosos al doctor en un pasillo del hospital. Entonces el doctor se acercó y les dijo: Me temo que salchicha falleció, le encontramos el corazón en una de sus piernas. Su corazón se detuvo tras el fuerte golpe y ya no hay nada que podamos hacer. Lo siento mucho. El salchichón, triste, salió del hospital. No sin antes abrigar a sus salchichitas con bimbollos. Al llegar a la casa el salchichón no tuvo más remedio que beber. El alcohol le hacía olvidar sus penas. Y la casa le recordaba bastante a salchicha, pero no podía irse, porque los pequeños estaban ahí.

martes, 3 de febrero de 2015

El niño que era alérgico a la arena

Había una vez un niño raro que usaba lentes grandes y cabello largo, le gustaba la playa, pero era alérgico a la arena. Entonces su mamá le ponía una alberca en el patio de su casa, donde los árboles de aguacate le parecían dos palmeras inmensas. Un día durante el atardecer mientras el niño se encontraba en el agua, la alberca empezó a tornarse oscura hasta la mitad; la otra mitad se quedó clara, pues estaba iluminada por los tenues rayos. Ahí, de pronto, y sin que nadie más viera, salió una orca. Abrió su gigantesca boca, mitad oscura, mitad blanca, y se lo comió.