martes, 3 de febrero de 2015

El niño que era alérgico a la arena

Había una vez un niño raro que usaba lentes grandes y cabello largo, le gustaba la playa, pero era alérgico a la arena. Entonces su mamá le ponía una alberca en el patio de su casa, donde los árboles de aguacate le parecían dos palmeras inmensas. Un día durante el atardecer mientras el niño se encontraba en el agua, la alberca empezó a tornarse oscura hasta la mitad; la otra mitad se quedó clara, pues estaba iluminada por los tenues rayos. Ahí, de pronto, y sin que nadie más viera, salió una orca. Abrió su gigantesca boca, mitad oscura, mitad blanca, y se lo comió.

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